Fundación Cepsa y el Club Baloncesto Santa Cruz fomentan la diversidad y la inclusión entre los más jóvenes

A través de la Escuela de verano, las dos entidades ponen el acento en la integración al margen de la procedencia, género y capacidad funcional. La apuesta por fomentar la diversidad en el deporte y potenciar la integración al margen de factores como la procedencia, el género o la capacidad funcional, ha sido el objetivo prioritario de las acciones de colaboración desarrolladas durante el pasado mes de julio entre Fundación Cepsa y el Club Baloncesto Santa Cruz a través de la Escuela de verano, celebrada en el CEIP Tomé Cano de la capital tinerfeña.

La responsable de Fundación Cepsa en Canarias, Belén Machado, destaca que este año se ha puesto el acento en implementar valores en los jóvenes participantes en la Escuela de verano, a través de un programa de charlas complementario a las actividades tradicionales de este encuentro veraniego. “Además de hacer deporte, disfrutar, jugar, aprender y convivir, han absorbido los relatos y experiencias narrados por diversos  deportistas, con la intención de fomentar en los menores el respeto, la tolerancia, la solidaridad y la empatía”, afirma.

Por su parte, el gerente del Club Baloncesto de Santa Cruz, Alberto Déniz, sostiene que “a petición de Fundación Cepsa hemos implementado este año un programa social, que nos ha llevado a ampliar nuestros horizontes al inculcar en los menores valores relacionados con la diversidad y la inclusión”. Considera que la colaboración de Fundación Cepsa ha resultado fundamental para “inculcar la diversidad y la inclusión en los jóvenes y, de esta forma, sensibilizarles y generar conciencia sobre este tipo de temas que es tan necesario abordar”.

En esa línea, a la práctica deportiva, actividades en grupo, competiciones y talleres de tiempo libre, se han sumado en la Escuela diversas charlas sobre diversidad e inclusión en el ámbito del deporte.

La primera de ellas, realizada gracias a la colaboración de la Asociación Coliseo, contó con la presencia de 9 menores migrantes africanos llegados hace unos meses en cayuco a las Islas. En este caso, dieron a conocer su experiencia, los motivos que les llevaron a abandonar su país, así como el desarrollo de su vivencia en Tenerife, incidiendo en el proceso de integración que han vivido para superar barreras iniciales, como el idioma o las costumbres de otro país diferente al suyo.

La visión de deportistas con diversidad funcional fue otra de las apuestas, a través de un encuentro con los jugadores del Club Adein de baloncesto en silla de ruedas, quienes explicaron y mostraron que en el deporte no hay barreras. En este caso, animaron a los jóvenes asistentes a disputar un partido en el que todos los jugadores se movieron en la cancha en silla de ruedas.

El entrenador Pedro García Rosado, con gran experiencia en el basket femenino, ofreció una charla sobre la importancia de la presencia de la mujer en el deporte, haciendo referencia a las barreras habituales que se encuentran las niñas para iniciarse en ciertos ámbitos y los cambios positivos que se están produciendo, animando a las presentes a seguir con la práctica deportiva.

También se realizó una sesión dirigida a los jóvenes entrenadores y a los voluntarios de la Escuela de verano, que corrió a cargo de Héctor Sánchez, entrenador del Joventut de Badalona, quien enfocó su intervención hacia la metodología de entreno y gestión de grupos a edades tempranas, especialmente de niños con situaciones de estrés emocional por conflictos familiares o por escasez de recursos.

Otra de las acciones desarrolladas dentro de la Escuela de verano se centró en las becas otorgadas a cinco niños, en colaboración con la Asociación Padre Laraña, para disfrutar de esta iniciativa veraniega.

La Escuela de verano se suma a otras colaboraciones que Fundación Cepsa y el Club Baloncesto Santa Cruz realizan a lo largo del año, como la Escuela infantil de baloncesto Fundación Cepsa-Club Baloncesto Santa Cruz, o el Campus estival de minibasket realizado justo al finalizar el curso escolar. Asimismo, cuando la situación de la pandemia lo permita, está previsto que se realicen dos acciones de limpieza de barrancos y playas con los 250 niños de la Escuela infantil de baloncesto y sus familiares.