Edgar Duque: «El partido de ascenso a EBA fue una de las mejores sensaciones de mi vida».

Edgar Duque tiene 19 años; un base de 1.85 que fue fundamental en el ascenso del Club Baloncesto Santa Cruz a Liga EBA la pasada temporada.

«Fue una de las mejores sensaciones de mi vida», recuerda. «Tras una larga temporada con muchos altibajos, conseguir el objetivo de ascender fue una recompensa muy bonita. Fue inolvidable».

Lleva jugando desde los cinco años y ahora se enfrenta al reto de una liga donde «el nivel técnico y físico es muy superior; los equipos son más fuertes a todos los niveles», dice Edgar. Pero para él no es ningún problema ya que, como el mismo reconoce, «lo que siempre he buscado jugando al baloncesto es disfrutar, pero también competir al máximo nivel».

Ése ha sido uno de sus principales objetivos como jugador desde que tiene uso de razón; desde que empezó a jugar en el patio de su colegio un deporte del que «sigo enamorado. Todo empezó ahí y gracias a eso he conseguido muchas vivencias, viajes,… En definitiva, muchas experiencias que son las que te quedan, como el ascenso, ganar campeonatos, … También muchas amistades a lo largo de los años».

Lleva muchos años en el C.B. Santa Cruz; desde que entró como cadete. Y afirma que «durante todo este tiempo, tanto entrenadores como jugadores me han ayudado a mejorar como jugador, pero también como persona. Me han hecho saber competir, que es lo que siempre he buscado».

Para conseguir esto hace falta mucho trabajo personal detrás, mucha disciplina. Por eso lo que recomienda a los que quieren empezar a jugar es paciencia. «No nacimos aprendidos. Hay un proceso de entreno diario y, sobre todo, la constancia para poder progresar y mejorar como jugador. Los resultados vienen solos».

Si se le pregunta por un referente, señala jugadores con los que se identifica dentro y fuera de la cancha: «LeBron por el legado que ha construido; Pau Gasol porque es un ejemplo de esfuerzo y dedicación, y Kobe Bryant por su mentalidad de ganar, ganar, y luchar hasta el final».

Y con estos ejemplos queda claro que a Edgar Duque le queda mucho por delante. Lo dice él mismo: «seguiré jugando muchos años más porque no me canso del baloncesto». Y el baloncesto no se cansa de Edgar