Erkam Kiris: “Espero jugar algún día en la selección turca”.

Baloncesto y familia son dos conceptos que van unidos para Erkam Kiris. Habla de sus padres y de sus hermanos como la columna vertebral de su carrera en el deporte. “Mi familia ha sacrificado mucho de su tiempo y esfuerzos para que yo me convierta en un jugador de baloncesto y no quiero decepcionarlos”.

 
Tiene objetivos ambiciosos: “Mi padre siempre quiso verme jugar en la selección turca y espero hacerlo algún día”. Por lo pronto, sigue trabajando día a día para seguir mejorando y tiene al mejor crítico muy cerca: su hermano Esad, ex jugador de baloncesto. “Ve lo que hago bien y mal y me dice en qué tengo que mejorar. Hasta el día de hoy todavía me ayuda en todos los aspectos de la vida”. Y por eso, también, su referente en este deporte se queda en casa. “Esad es mi ídolo en el baloncesto”.
Tiene 24 años y recuerda que empezó a practicar a los 10 años mientras veía jugar a Esad en los mejores clubes de Turquía, como el Anadolu Efes o el Fenerbahce. Hace unos años recaló Erkam en la liga española en la que se siente muy cómodo: “España es un país que ha dominado el baloncesto europeo porque aquí se juega un baloncesto muy técnico y orientado a los detalles. Los entrenadores y jugadores son muy profesionales dentro y fuera de la cancha”.
 
Erkam y el Club Baloncesto Santa Cruz
 
Ahora forma parte del Club Baloncesto Santa Cruz en una temporada en la que “las metas son importantes”. Fue una llamada del directo técnico del club, David Hernández, la que le hizo decidirse este verano por venir a Tenerife. “El C.B. Santa Cruz tiene una gran historia y pensé que era la oportunidad perfecta para mejorar mi baloncesto y mis habilidades, y ayudar al equipo a alcanzar sus objetivos”.
Compagina sus estudios con la práctica del baloncesto. Perot también busca momentos para disfrutar de la Isla. “Me gusta ir a la playa, disfrutar del clima y descubrir las vistas que Tenerife tiene para ofrecer”.
 
Y es que el trabajo, porque el baloncesto es un trabajo, no puede ser incompatible con pasarlo bien haciendo lo que te gusta. “El baloncesto es como todo en la vida: requiere mucho trabajo, sacrificio y dedicación. Pero si estás disfrutando de lo que estás haciendo, se vuelve más fácil manejar las cosas”. 
 
Una buena filosofía dentro y fuera de la cancha.